Los detenidos son cuatro ecuatorianos, dos colombianos, un boliviano y un ruso. Según un comunicado de la Policía Nacional, se les acusa de trasladar a la víctima a un descampado, “aprovechando que se encontraba algo bebida”, donde varios de ellos consumaron la violación.
Seguro que no pondrán esta noticia las 24 horas del día en todos los canales de televisión durante dos semanas, como hicieron con el caso de la joven ecuatoriana agredida por un borracho en un tren de Barcelona. Los lastimeros habituales, como SOS Racismo o Movimiento Contra la Intolerancia, tampoco saldrán ahora a denunciar un “brutal caso de racismo”. Simplemente porque los agresores son inmigrantes. Es verdad que en España hay muchísima discriminación: cuando un español comete una falta o un delito que afecta a un inmigrante, la noticia se proclama a los cuatro vientos. Cuando es el inmigrante el que delinque, el hecho se esconde sistemáticamente y se le da la mínima difusión, si es que se le llega a dar alguna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario