El 60,7 por ciento de los andaluces tiene una percepción negativa de los efectos de la inmigración en la comunidad autónoma, lo que supone un incremento del 1,6 por ciento durante el último año, cuando compartían esa opinión un 59,3 por ciento.
Así lo refleja el Barómetro de Opinión Pública de Andalucía 2011 presentado en Sevilla por el Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA) y elaborado a partir de 3.682 encuestas a andaluces realizadas entre el 26 de septiembre y el 21 de octubre.Las reticencias mayoritarias entre los andaluces hacia la inmigración se reflejan en parámetros como que el 53,4 por ciento de los consultados comparte que “los sueldos bajan por la llegada de personas que vienen a vivir y trabajar en España”, argumento que con el que solo se muestran en desacuerdo el 40 por ciento.
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