Nos hablan de integración e intentan convencernos de que ‘aquí no pasa nada’ con la inmigración descontrolada e ilegal. Que se lo pregunten a los policías de Madrid que este fin de semana han protagonizado, en el papel de víctimas, un grave incidente en el que han sido agredidos a pedradas por más de medio centenar de inmigrantes. Esta es la historia.
Se lió en menos que canta un gallo. Fue una auténtica batalla campal. Hora: entre las cuatro y media y las cinco de la tarde. Lugar: la explanada que hay junto al lago de la Casa de Campo. En este lugar, cientos de inmigrantes de origen iberoamericano se reúnen los fines de semana. Cocinan, montan barbacoas y venden lo que guisan. Eso está prohibido. Una patrulla de la Policía Municipal, de las que habitualmente vigila la zona, les advierte de lo que están haciendo y procede a requisar los alimentos.
María Isabel Serrano cuenta en ABC que a los inmigrantes no les gustó la recriminación. De repente, un grupo de entre cincuenta y sesenta de ellos, según fuentes municipales, comienza a proferir insultos a los agentes y empiezan a agredirles a base de pedradas.
La batalla sube de tono y las piedras hacia los policías municipales vuelan desde varios puntos. Los agentes repelen, como pueden, la agresión hasta que al final se hacen con la situación y logran detener a cuatro de los inmigrantes iberoamericanos.
Como queda dicho, en esta batalla campal, cuatro agentes municipales resultaron heridos de distinta consideración. Los primeros auxilios les fueron prestados por parte del Samur. Uno de estos agentes tuvo que ser trasladado a un centro sanitario por haber recibido un fuerte golpe en la cabeza que precisó varios puntos de sutura.
Los cuatro inmigrantes detenidos lo están por agresión a la autoridad, alteración del orden público, resistencia a la autoridad y, al parecer, también por negarse a ser identificados. Según las mismas fuentes municipales, fueron trasladados a la comisaría de Chamberí para prestar declaración y para dar inicio a las correspondientes diligencias.
4 comentarios:
Ya estamos otra vez, ahora los amerindios seguro dicen que es un caso de racismo por parte de los cuerpos de seguridad, lo que eran parques para pasear y disfrutar del domingo ya lo están convirtiendo en una selva con indígenas y todo, me parece que para vigilar la casa de campo tendrán que traer a alguien con experiencia en control de reservas de animales salvajes.
Pues resucitamos a Rodriguez de La Fuente y ampliamos el zoo de Madrid, ponemos a Tarzan y algún conquistador de aquellos que fueron por allí, Cortes o Pizarro y ya tenemos la Memoria Histórica en movimiento.
Cando yo era muy niña y el cine Carvajal era serio, le compraba chochcos a una viejecita que tenia un carrito frente al mismo.
Ese tipo de actividad hace mucho que se ha prohibido. Solo podemos encontrarlos en las fiestas y por supuesto con permisos sanitarios.
Ahora, volvemos hacia atrás, pero ojo que yo no puedo vender en un parque ni siquiera un pquete de chochos, a mi me meten directamente en el calabozo.
A estos de la Casa de Campo se les hace la vista gorda porque aunque les llamen la atencion esta practica la llevan haciendo varios años.
Unas cuantas pedradas a los policias que son los que siempre dan la cara y despues ¿que?.... a seguir con las comilonas en el parque. ¡No pasa naaaaa!
El alcalde de Madrid, es el único culpable de que la Casa de Campo, esté destruida por esos monos
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