Una fiesta colombiana en la barriada Madre de Dios acabó el pasado domingo en una violenta reyerta en la que varias decenas de personas la emprendieron con la Policía. Todo ello después de que agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana obligaran a una mujer a bajar el volumen de la música que sonaba en su vivienda y que a su vez servía para que una cincuentena de personas bailaran y bebieran en plena calle. El altercado acabó con dos detenidos por agresión a los policías y con un agente herido en una ceja.
Los agentes se dirigieron entonces al piso bajo del que partía la música y solicitaron a su propietaria que bajara el volumen, a lo que la mujer accedió, al tiempo que comunicaba a lo policías que estaban celebrando una fiesta de Colombia, su país natal.
Los problemas comenzaron cuando los agentes abandonaban en lugar, ya que en ese momento comenzaron a ser insultados, a la vez que quedaban rodeados por la multitud en actitud violenta.
Varias dotaciones policiales llegaron poco después a la zona, alertadas por los agentes agredidos, lo que hizo que los concentrados comenzaran a dispersarse.
Fue en el momento en que los agentes comenzaban a requerir la documentación a los congregados cuando éstos comenzaron a lanzarles todo tipo de objetos, desde botellas de vidrio a sillas, tanto de madera, como de plástico y de metal.
Según informa la edición de ABC Sevilla, varios agentes recibieron el impacto de estos objetos y uno resultó con una brecha en una ceja por impacto de una silla de metal y necesitó tres puntos de sutura. Otro agente recibió una acometida con una botella rota que no llegó a herirle gracias al chaleco antibalas.
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