El agresor de un soldado en París, miembro de una secta que subvencionó Zapatero

• Se llama Alexander, tiene 22 años y nació en Yvelines. El pasado sábado se convirtió en el terrorista más buscado de Francia tras acuchillar a un soldado francés solamente unos días después de que dos correligionarios suyos acabasen con la vida de un militar británico decapitándolo a plena luz del día.
  De Alexander hemos sabido que estaba en posesión de un expediente policial sembrado de delitos considerados menores. Su vida había transcurrido entre robos, agresiones o tenencia ilícita de armas. La declaración del fiscal que se encarga del caso no deja pie a la duda: “Actuó con una determinación impresionante y en nombre de su ideología religiosa”.
  La única diferencia entre su forma de actuar y la de los asesinos de Londres es que Alexander huyó sin dar lugar a macabras declaraciones ante las cámaras y sin reivindicar el atentado. Ayer el diario galo Le Monde publicaba nuevos datos sobre la militancia integrista del criminal. Los servicios de Inteligencia franceses recogen al terrorista en un informe elaborado en el mes de febrero. Según los documentos, remitidos a la Dirección Central de Inteligencia, Alexander es miembro del movimiento pietista Tabligh.
  Una agrupación religiosa adscrita al integrismo islámico que se encuentra vinculado, según la Policía francesa, a varios atentados. Destacan el cometido contra el metro de París en 1995 y el intento de hacer estallar un vuelo de la Panam entre París y Miami en 2001.
  Dinero público
  El prestigioso jurista marroquí Mohamed Benallal lleva años denunciando que la secta Tagbligh es un importante semillero de terroristas que alimenta a los comandos que se preparan para atentar en Europa. Benallal no ha tenido ningún empacho en señalar que esta asociación se ha especializado en propagar sus ideas en zonas de especial conflicto social. No solamente en las cárceles, sino en suburbios de grandes ciudades.
  Su éxito quedó muy claro cuando consiguió enviar a grupos de franceses a luchar a favor del islam en Afganistán. Por eso, el abogado marroquí no entiende cómo “esta organización, que en muchos países europeos figura en la lista de asociaciones peligrosas, se está expandiendo por España y recibe ayudas públicas del Estado”. Benallal se refería, en esas declaraciones, a los 90.000 euros que el Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero le concedió en 2007 a la asociación islamista a través de una fundación dependiente del ministerio de Justicia.
  Muy peligrosos
  Fuentes policiales españolas relacionadas con la investigación del terrorismo islámico han confirmado a LA GACETA que la secta Tabligh está bajo control permanente al “ser considerada como muy peligrosa”.
  La misma fuente explica que se aprovechan de su trabajo en cárceles y “su supuesta labor social con los más desfavorecidos” para hacer proselitismo religioso “y captar miembros que engrosen las filas del integrismo más radical”.
  También ha señalado a este diario que su carácter de asociación legal desde hace más de dos décadas les hace declararse legales e, incluso, argüirlo para solicitar ayudas económicas del Estado.
  A la asociación integrista Tabligh pertenece el colectivo Masyid An Noor (Mezquita del Resplandor) que se encuentra inscrita en el Registro de la Dirección General de Asuntos Religiosos del ministerio de Justicia desde el año 1988.
  Su sede central está en Ceuta, donde son muy conocidos en el mundo penitenciario por su asistencia a los presos. En los últimos diez años la asociación Masyid An Noor se ha extendido por gran parte de España y cuenta con miembros muy activos en Extremadura, Andalucía, Cataluña y Valencia.