“Estoy hasta los cojones de la corrección política. Sobre todo en temas como inmigración”

El director de e-noticies no se muerde la lengua en su último artículo de opinión colgado en su diario digital. Rius afirma que “Si la Guardia Civil no puede utilizar pelotas de goma ¿qué hacemos?, ¿cómo impides que salten?. Al final tendrá razón el presidente de Melilla, el popular José Imbroda: “¿les recibimos con un comité de azafatas?”.

El artículo completo:

Hasta los cojones de la corrección política

Estoy hasta los cojones de la corrección política. Sobre todo en temas como inmigración. Porque vamos a ver: ¿a los pobres inmigrantes de Ceuta y Melilla cómo los paras?. Si la Guardia Civil no puede utilizar pelotas de goma ¿qué hacemos?, ¿cómo impides que salten?. Al final tendrá razón el presidente de Melilla, el popular José Imbroda: “¿les recibimos con un comité de azafatas?”.

Que conste que lo de Ceuta y Melilla es un drama humano. Antes que inmigrantes son personas como usted o como yo. Y tienen que estar desesperados no sólo para jugarse la vida en un viaje infernal sino también para jugarse el pellejo saltando la valla de esta manera. Ni que decir tampoco que si con los 15 víctimas mortales de Ceuta hubo negligencia, mala praxis o incluso delito hay que investigar a fondo, depurar responsabilidades y llegar a condenas judiciales si hubo homicidio.

Pero para todos los que criticaban el uso de las pelotas de goma -empezando por el PSOE y acababando por la comisaria sueca Cecilia Malmström- voy a repetir la pregunta: ¿Cómo impides que salten?. Porque los políticos, que son los que nos gobiernan, son los que tienen que tomar decisiones y coger los problemas por los cuernos. Nosotros, los ciudadanos de a pie, ya hacemos bastante pagando impuestos.

Y no valen ni comunicados, ni declararaciones, ni palabras altisonantes. Aquí, al PSC se le ocurrió hacer una declaración en la que lo único que decía es que España no podia ser “una puerta cerrada” a la inmigración. Cojonudo: el presidente de Melilla -o el de Ceuta- ya saben dónde pueden enviar los inmigrantes que atestan los respectivos CIE. A ver qué dice luego el progresismo cuando los vean al lado de casa.

Porque las imágenes de televisión de este viernes eran -como las anteriores- para poner los pelos de punta: doscientos tíos corriendo por las calles de Melilla y saltando de alegría cuando llegaban al CIE. Claro, a éstos ya no les expulsas porque, para expulsar a alguien, hay que contar con su colaboración. ¿Cómo vas a expulsar a una persona que no te confiesa ni su nacionalidad?. Y si es de un país en guerra o con inestabilidad política, como la mayoría, todavía es más difícil.

Vale que, con toda esta crisis, Jorge Fernánez Díez tampoco ha estado a la altura. Al margen de errores de comunicación o falta de transparencia con los vídeos. En vez de irse a Ceuta y a Melilla se ha ido a París para entrevistarse con su homólogo marroquí. Pero el ministro ya tarda en visitar, in situ, ambas ciudades. No es ningún secreto que Fernández Díez llego al cargo por amistad personal con Rajoy pero esta es, ministro, la prueba del algodón de su mandato por decirlo con una palabra suave.

Y una última reflexión: en esto de la corrección política, los periodistas también tenemos que hacérnoslo mirar. Sobre Ceuta o Melilla he leído todo tipo de reportajes y crónicas: el drama humano, la vida al otro lado de la valla e incluso sobre equipos de futbol. Pero no he encontrado ninguno que haya preguntado a los ciudadanos de ambas ciudades qué piensan de la inmigración o que haya intentado acercarse a los guardias civiles y policías que están al pie del cañón. Una lástima.