BD.- Un sádico solicitante de asilo, el afgano Ahmad Otak, obligó a su ex novia Elisa a presenciar el apuñalamiento de su hermana Kimberley y de su amiga Samantha hasta la muerte después de que ella se negara a volver con él.
Otak, que admitió los dos cargos de asesinato en el juicio en Leeds Crown, fue condenado a un mínimo de 34 años de cárcel por un juez que le describió como un “hombre controlador que, fuera de sí por celos infantiles y odio sanguinario, asesinó a dos mujeres a sangre fría”.
En el juzgado de Leeds Crown se contó que Elisa había conocido a Otak en una casa de niños tras llegar al Reino Unido de Afganistán en 2007, asegurando éste que tenía 16 años. La pareja tuvo una relación intermitente y había planeado casarse en 2011, pero cuando Otak comenzó a volverse más controlador, Elisa canceló la boda. Según el fiscal Mansell, llegó a decir que “incluso si no se casaba con él, ella no podía dejarle, que se volvería loco y mataría a gente”.
Más tarde aseguró que estaba bromeando, pero después amenazó con matar a Elisa, sus amigos y miembros de su familia, incluyendo a sus víctimas finales, Samantha Sykes y la hermana de Elisa, Kimberley. El fiscal aseguró que “le dijo a Elisa que si volvía con él salvaría vidas”. En una ocasión después de que Elisa le gritó a Otak, él le mostró un cuchillo y le dijo que si gritaba él le cerraría la boca.
Mr. Mansell dijo que Elisa estaba demasiado asustada para denunciar lo sucedido a la policía, pero Samantha Sykes, de 18 años, denunció a Otak a la policía británica como un inmigrante ilegal, pero no hubo ninguna acción policial porque Elisa rehusó hacer una declaración.
En septiembre del año pasado finalmente decidió dejarle definitivamente, pero cedió cuando él amenazó con lanzarle ácido a la cara y poner una bomba de gasolina en la casa de su madre. En una ocasión Otak dijo que había preparado la “lista de asesinatos” de 12 personas que él creía que estaban intentando separarlo de su novia.
En marzo de este año Elisa Frank se mudó del apartamento que ambos compartían en Wakefield, al oeste de York. El 9 de marzo después de que ella reclamara sus pertenencias a Otak, el fue y compró un cuchillo de trinchar y fue al apartamento de Kimberley en Barden Road, Wakefield, donde ella estaba con Elisa, que había rehusado volver con Otak. Estaban los tres en el vestíbulo cuando Otak de repente atacó a Kimberley. La apuñaló y cortó con el cuchillo repetidamente en un ataque frenético, dijo el sr. Mansell. La vícitma recibió 15 puñaladas, incluyendo un corte mortal en el cuello.
Después del asesinato, Otak ordenó a Elisa que se sentara y le dijo que ella le había hecho hacerlo, que si ella hubiera vuelto con él eso no habría pasado. Mr. Mansell dijo “en este punto se plantó sobre el cuerpo de Kimberley, rió, lamió la sangre de su cuchillo y escupió sobre ella”. A continuación le dijo a Elisa que iba a matar a más gente y la hizo enviar varios mensajes de texto a Samantha Sykes en los que le pedía ir al apartamento. Amarró entonces a Elisa con un cable eléctrico. Cuando Samantha llegó al piso Otak la dejó entrar y luego la atacó, apuñalando y cortando repetidamente con el cuchillo.
Tras los asesinatos, Ahmad Otak cogió a Elisa y condujo a Dover en el coche de Samantha Sykes en un intento de huir a Francia, pero fue arrestado cuando un inmigrante iraní ilegal que estaba intentando huir del Reino Unido ayudó a Elisa a escapar cuando ella le contó su historia.
Tras su arresto, Otak intentó echar la culpa a su ex novia al declarar que había llevado a cabo los asesinatos por Elisa, que era idea suya, y que ella le obligó a hacerlo, diciéndole “Mata a mi hermana y a mi amiga”.
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