La Policía Nacional ha puesto en marcha un dispositivo de búsqueda de al menos tres personas que a última hora de la mañana del lunes atracaron una sucursal de Cajasol en la capital gaditana.
Los hechos tuvieron lugar a la hora de cierre al público, pocos minutos antes de la dos de la tarde, cuando dos individuos encapuchados entraron en la sucursal e intimidaron con armas blancas a los dos empleados de la entidad, mientras una tercera persona accedía posteriormente ocultando su identidad bajo unas gafas y una gorra.
Los tres atracadores, de marcado acento portugués, según apuntaron fuentes policiales, amenazaron a los empleados para que abrieran la caja fuerte con sistema de retardo. No les importó esperar los 15 minutos que tarda en activarse la apertura para hacerse con el botín, mientras vigilaban que no entrara nadie en la sucursal y que los trabajadores no activaran la alarma. Aprovecharon la tranquilidad del barrio de Astilleros, donde se ubica la oficina y la hora poco habitual de clientes, para hacerse con un botín de 20.700 euros.
Tras dar el golpe, los atracadores encerraron bajo llave a los dos empleados, y emprendieron la fuga. La Policía puso en marcha inmediatamente el dispositivo de busca y captura, cerrando las dos únicas salidas por tierra de la ciudad, la CA-33 -la autovía que comunica con la localidad cercana de San Fernando-, y el puente José León de Carranza.
La sucursal de Cajasol del barrio de Astilleros ya fue atracada hace algo más de un año por una banda de Jerez de la Frontera que actuaba con gran violencia. En aquella ocasión los trabajadores fueron encañonados con una recortada. Esta vez han sido armas blancas, pero los empleados ayer aún no se habían recuperado del susto.
Los hechos tuvieron lugar a la hora de cierre al público, pocos minutos antes de la dos de la tarde, cuando dos individuos encapuchados entraron en la sucursal e intimidaron con armas blancas a los dos empleados de la entidad, mientras una tercera persona accedía posteriormente ocultando su identidad bajo unas gafas y una gorra.
Los tres atracadores, de marcado acento portugués, según apuntaron fuentes policiales, amenazaron a los empleados para que abrieran la caja fuerte con sistema de retardo. No les importó esperar los 15 minutos que tarda en activarse la apertura para hacerse con el botín, mientras vigilaban que no entrara nadie en la sucursal y que los trabajadores no activaran la alarma. Aprovecharon la tranquilidad del barrio de Astilleros, donde se ubica la oficina y la hora poco habitual de clientes, para hacerse con un botín de 20.700 euros.
Tras dar el golpe, los atracadores encerraron bajo llave a los dos empleados, y emprendieron la fuga. La Policía puso en marcha inmediatamente el dispositivo de busca y captura, cerrando las dos únicas salidas por tierra de la ciudad, la CA-33 -la autovía que comunica con la localidad cercana de San Fernando-, y el puente José León de Carranza.
La sucursal de Cajasol del barrio de Astilleros ya fue atracada hace algo más de un año por una banda de Jerez de la Frontera que actuaba con gran violencia. En aquella ocasión los trabajadores fueron encañonados con una recortada. Esta vez han sido armas blancas, pero los empleados ayer aún no se habían recuperado del susto.
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