La hija del ciudadano marroquí que apuñaló en la cara y en el cuello a su esposa el pasado lunes en el barrio del Cerezo comunicó a la Policía que su padre la ha violado desde que era una niña.
La adolescente, que ahora tiene 14 años, fue llamada a declarar por el Grupo Diana de la Policía Local después de que su padre intentara matar a su madre en plena calle. Acompañada por su tía, la menor explicó que ha sufrido abusos y agresiones sexuales por parte de su progenitor desde que tenía 8 años.
Estas agresiones sexuales se habrían cometido supuestamente en Marruecos y comenzaron aprovechando que su madre había venido a trabajar a España. La menor relató que fue violada en muchas ocasiones durante una estancia de dos meses que el padre pasó con sus dos hijos en el Sahara, donde vivían en una habitación alquilada. A la vuelta a su pueblo, el hermano pequeño relató a los abuelos lo ocurrido y una tía llevó a la niña al médico, que la exploró y confirmó las agresiones sexuales. Sin embargo, la familia no denunció los hechos a las autoridades marroquíes “por un problema familiar” y porque la custodia de los niños quedó en poder de los abuelos.
Dos años después, cuando tenía 10, el padre volvió a violar a la niña otras tres veces. En una ocasión, la menor logró convencer al padre para que no se la llevase y avisó a sus abuelos de lo ocurrido, llegando la abuela a ser atacada por el padre. La niña incluso llegó a revelar el incidente ocurrido cuando su madre se enteró de estos abusos y pidió explicaciones a su marido. Éste le respondió que le daba igual porque aseguraba que la hija no era suya y que iba a pedir unas pruebas de ADN para demostrarlo.
La menor aseguró que su padre agredió en muchas ocasiones a su madre delante de ellos, pero todas esas agresiones se produjeron en Marruecos. La madre se marchó del país hace cinco años huyendo de su marido y éste llegó a España en noviembre. Convivieron durante 15 días, pero luego ella lo echó de la casa. El padre llegó a decirle tanto a su hija como a sus tías maternas que iba a matar a su mujer, pero que iba a hacerlo en España porque “en las cárceles españolas se vive mejor que en las marroquíes”.
El presunto agresor es, según su hija, consumidor habitual de hachís y de alcohol y nunca había aportado económicamente nada a la familia, siendo siempre su madre la que trabajaba. Desde su llegada a España, varios amigos habían avisado a su madre de que tuviera cuidado ya que su marido “iba diciendo a todo el mundo que la iba a matar y llevaba siempre un cuchillo en el cinturón”.
La mañana del lunes, el hombre estuvo a punto de cumplir sus promesas y atacó a su mujer con un cuchillo de 15 centímetros de hoja cuando había salido a hacer unas compras. La mujer trabajaba en una casa del barrio del Cerezo cuidando de una anciana. El marido, que la había acosado ya por teléfono, la esperó en la calle, la golpeó por detrás y la derribó y en el suelo la apuñaló en la cara, causándole lesiones graves.
Tras ser detenido por la Policía Local, el presunto agresor alegó que había encontrado a su mujer en la calle con un supuesto amante, que comenzaron a discutir y ella le dio una bofetada. Él respondió dándole dos navajazos en la cara con un cuchillo que había encontrado en la basura poco antes. Pese a lo que declaran los testigos, sostuvo que nunca le dijo a su mujer que iba a matarla.
viernes, 16 de marzo de 2012
El moro que apuñaló a su mujer en Sevilla planeó hacerlo en España porque “en las cárceles españolas se vive mejor que en Marruecos”
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