La mujer que se vió agredida el pasado domingo por un grupo de inmigrantes marroquíes afirma, en una entrevista, que “estábamos aquí con los perros” y “de golpe aparecieron un montón de moros”. “A mi hijo le pegaron muchísimo y a mi me zarandearon” hasta que “nos metieron en un portal la policía”.
En su opinión todo empezó porque “una de los magrebíes empezó a insultar al perro y a decir: ‘lo mato’”. “Ella pegó un grito y salieron moros de todos lados”, añade. “No hubo motivo”, insiste. “Empezó una persona con chilaba”, comenta.
“Nos atacaron de 25 a 30″, asegura. “El día anterior -continua- ya le pegaron dos marroquíes a mi sobrina” y dicen que “los perros los atacan pero no atacan ni hacen nada”. “Lo que pasa es que no los quieren en la plaza”, añade.
La mujer niega que sea un problema de incivismo con las deposiciones de los canes porque “siempre llevamos nuestras bolsas” pero “tiene la idea de que los perros son impuros”. “Los niños juegan en la plaza y no los quieren”.
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