El expresidente de Melilla y actual líder de la oposición con Coalición por Melilla, Mustafa Aberchan, se ha convertido en uno de los protagonistas del último asalto a la valla fronteriza de la ciudad, al cobijar en su propio domicilio a un grupo de inmigrantes para protegerles,según él, de las "salvajes agresiones" de la Policía.
Según ha indicado en su perfil de la red social Twitter, Aberchan encontró a los inmigrantes al regresar a su domicilio mientras la Policía trataba de conducirlos a dependencias policiales, por lo que decidió abrir la puerta de su casa a los indocumentados.
Abercham, que es cirujano en activo, regresaba del último rezo en una mezquita cercana a la valla de Melilla cuando unos conocidos le alertaron de que frente a su casa había incidentes. Cuando llegó, según han asegurado fuentes de Coalición por Melilla a 20minutos.es, encontró a un grupo de 31 inmigrantes acorralados por la policía en la rampa de acceso a su garaje.
Según la versión de Abercham, la policía trataba de contenerlos con gases lacrimógenos y apreció que algunos de los inmigrantes presentaban heridas abiertas y riesgo de asfixia. "La acera y la rampa de mi casa aún están llenas de sangre", ha asegurado Abercham en rueda de prensa, donde ha narrado que "los inmigrantes estaban desnudos, descalzos y aterrorizados".
Ante "actitudes violentas aisladas" de algunos de los policías y temiendo por la integridad física e incluso por la vida de alguno de los inmigrantes, Abercham decidió abrirles la puerta de la casa y una vez en el interior les hizo una evaluación médica, tratando de contener las hemorragias y rehidratarles.
Tras esto, Aberchan se puso en contacto con el jefe superior de la Policía, Ángel Riesco, con el que tuvo "un trato excelente" y con el que acordó la salida de los subsaharianos de su casa, a cambio de que fueran inmediatamente al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de la ciudad, algo que finalmente se produjo.
Según el político, los inmigrantes hablaban francés e insistían en querer ir al CETI. "Decían NO gurugú NO Marruecos", rememora Abercham, que reconoce la labor de la Policía, asegurando que las "actitudes violentas" procedían sólo de algunos agentes y reconoció que algunos grupos de inmigrantes han protagonizado actos violentos en Melilla, pero también quiso ponerse del lado de los inmigrantes. "Es fácil decir que estamos con la policía, yo pido que estemos también con los inmigrantes, no destruyamos nuestros valores", dijo.
El grupo de inmigrantes fue conducido al CETI y allí esperan su suerte, que podría ser la deportación antes de 20 días si se aclara su nacionalidad.
Asalto a la valla
Se calcula que más de medio centenar de inmigrantes entro anoche a Melilla de un grupo cercano a los 200 que lo intentó, según informaron fuentes policiales, a falta de nuevos datos que facilitará la Delegación del Gobierno en las próximas horas.
El asalto masivo a la valla se produjo en la zona conocida como Villa Pilar, muy próxima al aeropuerto, en torno a las 22.00 horas, aprovechando el cambio de turno de la Guardia Civil.
Los inmigrantes que consiguieron saltar el triple vallado se adentraron en grupo por las calles de la ciudad, pasando por delante de urbanizaciones donde los vecinos, con las cámaras de su móvil, grababan el avance de los subsaharianos.
La avalancha de inmigrantes ha provocado un sinfín de reacciones de políticos en las redes sociales.
Presión migratoria
El presidente del Gobierno de Melilla, Juan José Imbroda, ha utilizado está vía para expresar su apoyo a la Guardia Civil, ante la presión migratoria ilegal, al tiempo que ha pedido un cambio en la Ley de Extranjería.
Imbroda propone que se aplique el acuerdo entre España y Marruecos de 1992 para la devolución de inmigrantes y solicita la creación de una zona de rechazo inmediata en la frontera, así como una mayor implicación de la Unión Europea.
El asalto a la valla de la pasada noche es el primero que se registra en las últimas semanas, si bien la presión migratoria sigue siendo constante, con continuos avistamientos de grupos de inmigrantes por las cámaras de seguridad.
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