Seis policías nacionales sufrieron heridas de diversa consideración en Valencia al ser agredidos por un grupo de individuos que intentó evitar la detención de uno de ellos. La refriega tuvo lugar el domingo por la tarde en la puerta de un bar en la calle Nicolás Estévanez cuando los agentes mediaban en una pelea entre dos mujeres. Uno de los detenidos mordió en la cara a uno de los policías y se jactó de haberle contagiado el sida, según informaron fuentes jurídicas.
Según informa Las Provincias, los hechos se iniciaron sobre las tres y media de la tarde. Dos policías que pasaban por el lugar observaron a dos mujeres que discutían de forma acalorada en la calle. Los agentes se bajaron del coche patrulla para tranquilizarlas y apaciguar sus ánimos, pero la presencia policial enfureció al joven colombiano Jhoan Alexandre G. G., hijo de una de las mujeres y propietario del bar Colombia. Tras decir a los agentes que estaba harto de verlos por allí, empujó a uno de los policías y les pidió que se quitaran el uniforme para pegarse con ellos.
Fueron momentos de gran tensión. Los agentes trataron de identificar al violento individuo, que se negó a mostrarles su documentación. Unas 10 personas salieron entonces del bar y rodearon a los policías, que pidieron refuerzos por la emisora ante el cariz que tomaban los hechos. Una de las dos mujeres que estaban discutiendo minutos antes en la calle, Lili Johana A. T., comenzó a gritar a los agentes y les lanzó sus dos zapatos y un móvil,
Otras dos mujeres cogieron a un policía por el cuello y le arrancaron una cadena de oro, según consta en las diligencias presentadas en el juzgado. Además, el joven colombiano propinó patadas y puñetazos a los agentes, que tuvieron que reducirlo e inmovilizarlo en el suelo para acabar con las agresiones.
Pero Jhoan Alexandre G. ofreció una fuerte resistencia y siguió golpeando a los agentes que trataban de engrilletarlo. También se abalanzaron sobre los policías la madre del joven y otra mujer en un intento desesperado de evitar la detención. Fue entonces cuando el violento individuo mordió al agente en la ceja izquierda y le causó una gran hemorragia. Una vez reducido, el agresor le dijo al policía: «Ahora te jodes, que te he pegado el sida. Cabrón. Hijo de puta», según las diligencias policiales.
Tras la llegada de más patrullas, los agentes controlaron la situación y detuvieron a Jhoan Alexandre G., su madre y otras dos mujeres por los delitos de atentado a un agente de la autoridad. El joven detenido continuó su actitud violenta durante su traslado en el coche patrulla y propinó patadas a otros dos policías.
La agresión en la calle Nicolás Estévanez fue presenciada por un vecino. «Esta gente es muy conflictiva. Hace varias semanas apuñalaron a uno en la puerta del bar», explica Vicente R., que bajó a la calle con agua oxigenada y algodón para curar la herida en la ceja. El secretario general de la Unión Federal de Policía, Luis Castillejo, condenó ayer el brutal ataque y defendió la actuación de los agentes que resultaron heridos «por su celo profesional al mediar en una discusión sin que nadie se lo pidiera».
Los médicos tuvieron que operar a la víctima para reconstruirle el párpado. El autor del mordisco, que tiene antecedentes policiales, ingresó en la cárcel de Picassent. Su madre criticó la actuación de los policías y afirmó que estudia presentar una querella contra ellos.
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