La candidata francesa a las presidenciales, Marine Le Pen, ha endurecido su discurso contra la inmigración y contra la delincuencia, ante el nuevo discurso de su rival, el actual jefe de Estado, Nicolas Sarkozy.
En un mitin en Marsella Le Pen se pronunció por anular cualquier beneficio penitenciario para los delincuentes condenados: “si se dicta una pena, se cumple la pena”.Prometió que si sale elegida presidenta -las encuestas le dan entre el 15 % y el 20 % de la intención de voto, lo que la dejaría fuera de la segunda vuelta del 6 de mayo- “no se pagará ninguna prestación social a los delincuentes reincidentes, a los criminales” y “neutralizaremos a los 5.000 delincuentes que controlan los barrios”.
De Sarkozy dijo que sus propuestas actuales muestran que “el fracaso de su política de seguridad y de inmigración es tal (…) que hace como si no hubiera sido presidente durante cinco años”.
Una referencia a los mensajes del presidente conservador, que ayer en un mitin señaló que la inmigración, además de ser “una baza (…) también puede ser un problema” y que Francia no puede ser acogedora y generosa “si se ve inundada por una inmigración descontrolada”.
Le Pen ha hecho una clara diferencia entre los llegados en épocas pasadas, -y citó a portugueses, españoles, italianos o polacos- que a su juicio se han integrado perfectamente en Francia, y los llegados recientemente.
“Es imposible integrar a una inmigración tan masiva como la que vivimos desde hace décadas”, advirtió antes de afirmar que en Francia se han establecido diez millones de extranjeros en los últimos 30 años: “¿Qué país puede integrar eso?”.
En ese contexto, avanzó que si gana “la regla de la asimilación será una condición ‘sine qua non’ para la naturalización”, que los inmigrantes habrán de adoptar los códigos franceses y que los padres de los niños escolarizados tendrán que hacer obligatoriamente cursos para aprender francés.
También se pronunció a favor de algunas medidas simbólicas como prohibir los signos religiosos ostensibles a los usuarios de los servicios públicos, incluidos los centros escolares, para preservar el principio del laicismo.
La presidenta del Frente Nacional (FN) reiteró su voluntad de sacar Francia del euro, que a su juicio está evaluado en exceso, lo que ha supuesto “un debilitamiento considerable” de la economía del país.
Hizo hincapié en que “no tenemos otra opción” que abandonar la moneda única, a la vista de lo que cuestan los planes de salvamento y el Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera (MEEF) y la ineficacia y a la vista de la ineficacia de la zona euro, sabiendo lo que ocurre en Grecia o que “España ha dicho que no va a poder hacer un plan de ajuste suplementario”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario