La UE alerta del coladero de Ceuta y Melilla: «Algunos migrantes utilizan botes inflables de juguete, a menudo sin motor, para llegar a España»

Frontex cree que la situación irá a peor y que, la debilidad de las fronteras marítimas de las dos ciudades españolas, provocará un aumento de estos métodos casi improvisados de entrada a la Unión Europea. Particularmente preocupada se muestra la Agencia Europea de Fronteras con Ceuta. «Las características geográficas locales incluso permiten la natación como método para la entrada ilegal», advierte a modo de botón de muestra.

La crisis en España no frena la presión migratoria y la situación amenaza con hacerse «crítica». La Agencia Europea de Fronteras (Frontex) alerta en su ‘Informe Anual de Riesgo 2012′ que la creciente debilidad de las fronteras españolas y, muy en particular, de la situación en Ceuta y Melilla, donde, recuerda, los inmigrantes están llegando en barcas de juguete e, incluso, a nado.
Aunque las autoridades de Bruselas reconocen que los esfuerzos de España desde el 2008 han dado sus frutos, advierte que los acuerdos con los países subsaharianos siguen siendo básicos y que si estos tratados de colaboración y repatriación empiezan a fallar las oleadas de inmigrantes pueden «reanudarse rápidamente a pesar del aumento de la vigilancia».
Las dos ciudades españolas en el norte de África, a la vista del dossier de los expertos europeos, se han convertido en el mayor dolor de cabeza del perímetro exterior de la Unión Europea. El informe afirma que Ceuta y Melilla son ya la segunda «frontera terrestre» más importante de la Unión, con «más de diez millones de entradas anuales», solo superada por la de Eslovenia y Croacia, con 23 millones de personas, y por encima de la tercera, la polaca-ucraniana, con siete de millones.
La denominada ‘Ruta Occidental Mediterránea’ de la inmigración clandestina, que engloba a las dos ciudades autónomas y el sur de la península, en los últimos meses está repuntando: «La presión ha ido en constante aumento a lo largo del 2011, hasta alcanzar las 8.500 detecciones». Según Frontex, las dos plazas españolas concentran ya el 6,5% de la inmigración clandestina de toda la Unión.
Las autoridades fronterizas europeas aseguran que el año pasado se ha «doblado» la llegada de ‘sin papeles’ de «origen desconocido» y de países «cada vez más lejanos» como son Costa de Marfil, Guinea, Nigeria o Congo.
En cualquier caso, la Agencia sospecha que los datos que facilita España sobre su «frontera terrestre sur» no son del todo completos y que podrían ser todavía más abultados porque la autoridades no incluyen en sus estadísticas «las denegaciones de entrada» de los inmigrantes que no son aceptados al intentar entrar en territorio nacional de forma legal.
A nado y en barcas de juguete
La UE recuerda que España, junto a Francia e Italia, representa el 36% de la «detecciones» de inmigrantes sin papeles y vincula este hecho en varias ocasiones con la situación en Ceuta y Melilla y en las costas andaluzas, a las que presenta con un verdadero coladero. «Algunos migrantes utilizan botes inflables de juguete, a menudo sin motor, para llegar a España», ejemplifica.
Asegura el informe que en alguna ocasión hasta diez inmigrantes han llegado a España en una de estas frágiles embarcaciones y recuerda que la madrugada del 19 de junio del año pasado 32 subsaharianos fueron localizados cuando habían ganado las costas de Melilla en cuatro barquitas de plástico para niños.
Frontex cree que la situación irá a peor y que, la debilidad de las fronteras marítimas de las dos ciudades españolas, provocará un aumento de estos métodos casi improvisados de entrada a la Unión Europea. Particularmente preocupada se muestra la Agencia Europea de Fronteras con Ceuta. «Las características geográficas locales incluso permiten la natación como método para la entrada ilegal», advierte a modo de botón de muestra.