Una bajada más de pantalones. Una más. Un nuevo ejemplo de la rendición de España, del atrofiamiento de su instinto de supervivencia, de su pulsión al suicidio cultural. Un caso claro de quijotismo ibérico, de demostración evidente de que los españoles han decidido camuflar su grotesca cobardía con la mascarada de la tolerancia y el buenismo multicultural. Un asunto que provoca arcadas. Ya ni siquiera están a salvo las tradiciones españolas más populares. Lo políticamente correcto ya no respeta ni las costumbres autóctonas.
Mientras en la India se asesinan cristianos y se queman iglesias, mientras la exhibición de crucifijos se castiga con la cárcel en algunas regiones de aquel país, aquí nos sometemos a sus exigencias. Mientras la violación de mujeres y niñas cuenta en la India con una amplia aceptación social, aquí nos hablan de valores y de respeto.
Exigieron que no se quemara una falla que representaba a una divinidad hindú y lo han conseguido. El país que ha hecho del sacrilegio a todo lo cristiano una razón de ser, se muestra en cambio extraordinariamente tolerante e indulgente con todas las demás creencias, aunque éstas se basen en deificar a un elefante, a una vaca lechera o a un oso hormiguero. Es una prueba irrefutable del grado de atolondramiento moral alcanzado. Es también un ejemplo paradigmático del nivel de claudicación y cobardía al que se ha llegado. Ante estas continuadas muestras de debilidad, ante estas reiteradas cesiones ante cualquier gualtrapas que hable en nombre de su cultura, ¿qué será lo próximo? ¿Exigirnos la prohibición del consumo de carne vacuna? ¿La supresión de las fiestas de moros y cristianos? Todo se andará.
“Como prueba de buena fe”
La falla de Valencia que representaba algunas figuras representativas de la cultura y la religión hindúes ha decidido, “como prueba de buena fe, de entendimiento y de cooperación”, indultar del fuego de esta noche a una de sus figuras, la que evocaba a la divinidad de Shiva Nataraja.
Así lo ha anunciado en un comunicado la falla Ceramista Ros-José María Mortes Lerma tras reunirse esta mañana con responsables de la Junta Central Fallera y el presidente del Templo Hindú, Swami Omkarananda.
Dos asociaciones hindúes de Valencia habían presentado una reclamación oficial para pedir que esta noche, en la cremà, no se queme esa falla, en la que están representados algunos de sus dioses, por considerar esta acción un “acto sacrílego”.
Las asociaciones Templo Hindú Sivananda Mandir y el Centro Cultural de la India han remitido un escrito a la alcaldía de Valencia , la Junta Central Fallera y la Delegación de Gobierno de la Comunitat Valenciana para pedir que ese monumento no sea quemado.
Esta falla, de la sección Primera B y cuyo lema es “Vells contes de la India” (viejos relatos de la India), es obra del artista Sergi Fandos y está rematada con una gran figura de un elefante que representa al dios hindú Ganesha, una de las deidades más importantes del país asiático, a uno de cuyos costados se sitúa la citada figura de Shiva Nataraja.
El escrito aseguraba que “si la autoridad no lo impide”, esta noche, en la Cremà, se quemarían “los dioses de la India en un acto sacrílego sin precedentes, levantando la indignación de 800 millones de hinduistas”.
Según denunciaban las asociaciones, si se quemara la falla, “las filmaciones de las divinidades incendiadas y profanadas darían la vuelta al mundo en cuestión de horas”, lo que aseguran que les “perjudicaría gravemente a nivel internacional”.
Por ello, la presidencia de la falla, “consciente de la alarma social y la polémica suscitada”, ha acordado eliminar del monumento fallero “todos los elementos que pudieran inducir a pensar que son signos, símbolos u objetos religiosos que pudieran herir la susceptibilidad devocional de los hindúes”, entre ellos los que aparecen en varias partes de la figura del elefante.
Por su parte, la figura indultada se donará al Templo Hindú, según se ha decidido por parte de la comisión.
Las partes reunidas hoy, con este acuerdo, “renuncian a cualquier otro tipo de reclamación presente o futura, en bien de la fiesta y la convivencia entre pueblos”.
Fuentes de la Delegación del Gobierno han informado de que el Cuerpo Nacional de Policía ha desplegado desde ayer agentes en la falla para “evitar incidentes” y “velar por que se garantice la decisión que tomen la falla o la Junta Central Fallera”.
En declaraciones previas a la mascletà, el concejal de Fiestas y presidente de la Junta Central Fallera, Francisco Lledó, ha señalado que con este acuerdo, las dos partes quedan “satisfechas” y la polémica “queda zanjada”: “Entendiendo -ha añadido- que las fallas antes homenajean que intentan ofender”.
Lledó ha dicho respetar la decisión tomada por la comisión implicada, y ha abogado por “tener la fiesta en paz”.
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