El sábado día 13, un grupo de amigos alemanes de origen alquilaron un autobús para viajar a dos clubes distintos, entre Weyhen y Wildeshausen. Daniel Siefert, un joven alemán de 25 años, era uno de los jóvenes que se encontraban en el autobús. Para poder pagar el precio del alquiler del vehículo, cada persona debía desembolsar 10 euros. Al final no lograron que el autobús se llenara, por lo que decidieron acoger a otros jóvenes que pudiesen contribuir con el pago. Cinco pasajeros adicionales, todos ellos turcos, fueron los elegidos. Ya durante el trayecto, de una hora, los turcos provocaron varias discusiones acaloradas.
“Hubo un altercado en el autobús y Daniel intervino para mediar. Entonces ví a los turcos coger sus teléfonos móviles y pedir refuerzos”, declaró su amigo Tim al diario Bild.
Cuando el autobús llegó a la estación, que estaba a 200 metros del club, esperaba un numeroso grupo de turcos. Daniel fue el primer en salir del autobús para tratar de calmar los ánimos de los otomanos. Resultó inútil. Cayó al suelo y fue salvajemente golpeado con patadas y puñetazos, según varios testigos, quienes describieron cómo uno de los agresores saltó sobre su cabeza. Otro grupo de turcos entró en el autobús y lo destrozaron.
El personal de ambulancia llegó rápidamente a la escena del crimen, donde Daniel se hallaba inconsciente. Luego de permanecer cuatro días en coma, finalmente se le diagnosticó muerte cerebral, a consecuencia del enorme daño ocasionado por sus asesinos cuando le golpearon en la cabeza.
“Lo dejaron morir de forma natural, aunque Daniel en realidad ya estaba muerto. Solo espero que no sufriera mucho”, dice Ruth, su madre.
En facebook, turcos de Weyhen dicen estar encantados con el asesinato. Entre otras cosas, Ali.E. escribe: “un nazi de mierda menos en Weyha, es super! y “a la mierda todos los alemanes y Bild”. Bild ha sido el único periódico de circulación nacional que ha informado sobre el asesinato. El periódico se atrevió a identificar a los asesinos por su etnia, y esto fue lo que enfureció a Ali E. y a los demás turcos.
Una calle en su honor
Nacionalistas y otros amigos de Daniel recaudan fondos para ayudar a la familia del fallecido y han comenzado una campaña para que la calle donde fue asesinado Daniel pase a llamarse Daniel Siefert-Platz. Por su parte, el ministro del Interior, Boris Pistorius, ha declinado pronunciarse sobre el gravísimo suceso, que considera “un caso individual” y sin ninguna connotación de tipo racial.
La policía germana, entre tanto, ha detenido a un joven turco de 20 años de edad y continúa sus tareas de búsqueda para localizar al resto de los asesinos.
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