El suceso acaba de conocerse. El pasado 27 de febrero, sobre las once de la noche, una vecina de un barrio de Cerdanyola (Barcelona), de 60 años, volvía a su domicilio en la calle Provença, cuando fue asaltada por dos individuos que la tiraron al suelo e intentaron robarle el bolso. Al resistirse, uno de ellos sacó un cuchillo de grandes dimensiones para intentar cortarle la correa, pero acabó cortando la mano a la mujer, a la que dejaron malherida.
Fuentes vecinales apuntan que la mujer fue trasladada de urgencias al Hospital de Mataró donde tuvo que ser sometida a una delicada intervención con cirugía reparadora, ya que le habían cortado los tendones del brazo a la altura de la muñeca. La evolución de la víctima es favorable.
Se da la circunstancia que, poco antes, uno de los asaltantes, Rachid EA, de 21 años, de nacionalidad marroquí y vecino del mismo barrio, donde pertenece a una familia de comerciantes, estuvo en la comisaría de los Mossos para denunciar la pérdida de su documento de identidad. Con la descripción que los agentes tenía de los asaltantes, ataron cabos y comprobaron que el ladrón de Cerdanyola era la misma persona que había perdido el carnet.
Las investigaciones posteriores llevaron a detener a Rachid EA el pasado viernes, acusado de un robo con violencia e intimidación y lesiones. El joven, muy conocido en los círculos policiales por sus numerosos antecedentes delictivos por hechos similares, fue ingresado en prisión provisional por orden del juez de guardia.
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