Piden auxilio a la Liga Árabe para que la Iglesia no se apropie de la Catedral de Córdoba.

La Junta de Andalucía anuncia que expropiará a la Iglesia la Catedral de Córdoba. Por su parte, la ISISCO, el equivalente islámico de la UNESCO, pide a la Liga Árabe que impida a la Iglesia apropiarse de la “Mezquita”.

La Organización Islámica por la Educación, la Ciencia y la Cultura (ISISCO) ha alabado al consejero de Turismo, Rafael Rodríguez, por su contundente oposición a los “manejos ilegales e irracionales” del obispado, que ha utilizado “la franquista Ley Hipotecaria” para inmatricular la “Mezquita”, lo que constituye una “verdadera provocación” para todo el mundo islámico.

Abdulaziz Othman Altwaijri, máximo representante de la ISISCO, expresó en Rabat el 17 de diciembre su más profundo rechazo a la decisión del Obispado de retirar la palabra “mezquita” de los folletos informativos, porque esto es un “dislate, una agresión inadmisible y un penoso atentado contra el islam“. En idéntico sentido se ha pronunciado la Plataforma Mezquita Patrimonio de Todos, que congrega en su seno a toda la cochambre de la extrema izquierda y organizaciones islámicas.

Los consejeros del Gobierno regional, que no pueden ocultar su enorme disgusto por el hecho de que haya desaparecido la denominación “Mezquita de Córdoba” de todo documento emitido por el Obispado, han evacuado una oferta a la Iglesia que no podrá rechazar y que deberá ser aceptada en el plazo máximo de 3 meses: gestión conjunta o expropiación.

La basílica visigoda de San Vicente fue destruida y convertida en mezquita, pero desde hace casi 800 años es un centro de culto católico, por lo que no puede ser calificado el lugar como “mezquita”. Sin embargo, Abdulaziz Othman Altwaijri, que cuenta con la solidaridad incondicional de los palmeros y mariachis de la izquierda, vocifera que la “Mezquita” pertenece a los musulmanes, que los curas han utilizado males artes para quedarse con un “bien ajeno” (provocando así la ira de los creyentes de Alá) y, además, exhorta a la Liga Árabe, a la Umma y a Manolo el del bombo, a combatir por todos lo medios a su alcance la fechoría eclesial.

Uso “compartido” de una iglesia en Raqqa: