El de 2013 no está siendo un verano feliz para la lucha contra el top manta en la localidad turística de Peñíscola (Castellón). A las agresiones sufridas por varios agentes policiales hay que sumar ahora una situación mucho más surrealista que cuenta el Diario del Maestrat: el secuestro de un autobús con cinco rehenes a bordo por parte de manteros subsaharianos. Los hechos sucedieron la noche del pasado viernes durante uno de los operativos que los cuerpos y fuerzas de seguridad locales realizan para prevenir esta práctica comercial ilegal.
En el momento en que la Policía Local intentaba interponer las pertinentes multas a los manteros, estos, para evitar estas sanciones, no dudaron en subirse por la fuerza a un autobús de línea que en ese momento estaba realizando el trayecto que une Peñíscola, Benicarló y Vinaròs, las tres ciudades más importantes de la comarca.
En el vehículo había un número indeterminado de personas a las que la Guardia Civil, desplazada hasta el lugar de los hechos, logró desalojar del vehículo. A todos menos a cinco personas. Según testigos presenciales, los manteros se hicieron fuertes ante los agentes y retuvieron a cinco personas en el interior del vehículo, exigieron al conductor que les llevará directamente hasta Vinaròs, donde, al parecer, tienen fijada su residencia.
Antes de que el autobús pusiera rumbo a la localidad vinarocense, la Guardia Civil, que había acudido al lugar de los hechos hizo un último intento por reducir a los asaltantes, algo que no consiguieron.
La situación se complicó por momentos a la llegada del autobús a Vinaròs. Allí, siempre según fuentes cercanas al operativo, se habían concentrado alrededor de un centenar de manteros de la comarca para dar apoyo a los individuos que habían tomado el autobús. Los momentos de tensión aumentaron y tanto los cuerpos de seguridad locales como la Guardia Civil decidieron resolver el problema de manera que causar el menor impacto posible, sobre todo, a los rehenes que se encontraban en el interior del vehículo.
Así, los manteros eludieron cualquier sanción y pudieron marcharse del lugar al que había llegado en autobús, afortunadamente, sin causar ningún daño a los usuarios de esta línea de transporte.
Cabe recordar que a principios del verano se produjeron varias agresiones de estos vendedores ilegales a los agentes policiales. Concretamente, dos policías locales de Peñíscola fueron agredidos en el dispositivo previo a la ‘temporada alta’ del top manta. En ese dispositivo, además de lamentar esas dos agresiones, la Policía Local incautó 500 artículos. Aún hubo que lamentar otro suceso, la noche del 1 de julio, donde otro mantero agredió a dos agentes del cuerpo de seguridad local.
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